Hechos para la camaradería y para formar un matrimonio aún mejor, Escorpio y Capricornio comparten un asombroso impulso hacia el éxito, el mismo anhelo de ser el número uno en el amor y en la vida.
Cuando cada uno de ellos respalda al otro, son imparables.
Pero los problemas pueden empezar si la pareja empieza a competir, y los celos destruyen el amor.
Si Capricornio se entrena para ocupar alguna vez el segundo puesto, si considera el estilo posesivo de Escorpio -a punto siempre de caer en los celos- como un cumplido y no como una amenaza, y si responde a las escenas con una sonrisa en vez de enfurecerse, esta ardiente relación puede ser eternamente chispeante.
Aunque Escorpio deberá darse cuenta de que la ocasional frialdad y control emocional típicos de Capricornio no significan que su magia sexual escorpiana haya dejado de funcionar.