Géminis Cabra

Los Géminis Cabra son capaces de convencer a cualquier persona

El Géminis Cabra es una luciérnaga que revolotea en la vida de los otros, siguiendo su capricho; un pesimista cansado que denigra al mundo entero o un critico eternamente decepcionado que, en su deseo de perfección (de los otros, claro está), lanza comentarios ácidos como si fueran pétalos de rosa. El Géminis Cabra es un poco de todo esto a la vez.
No encontrará usted muchas Cabras que anden sueltas, en libertad. Las Cabras necesitan a los demás. Todas las Cabras buscan a la vez una compañía y un guía. Los Géminis son como Mercurio: volátiles, vivaces, inconstantes. Junte a los dos. Dependencia e inconstancia. El Géminis Cabra, como un querubín sonriente, busca a alguien que no se parezca a sus aburridos padres y está dispuesto a saltar a los brazos de cualquiera que pase por la calle.
Los Géminis Cabras son, sin duda alguna, brillantes, y por lo general extremadamente graciosos, mordaces, observadores. Son capaces de reírse de sí mismos. Viven tan desconectados del mundo concreto, que obligatoriamente deben ser ultrainstintivos. Ven venir sus intuiciones a cincuenta kilómetros de distancia.
La Cabra nacida bajo el signo de Géminis tendrá dotes artísticas. Será hábil con las manos y sabrá manejar una gran diversidad de materiales. Los Géminis Cabras encuentran gran satisfacción en las realizaciones artesanales o los pasatiempos manuales (que aman de corazón), pero sólo si se sienten seguros. Ponga a uno de estos nativos en una calle céntrica, ruidosa y atestada de gente, y tres horas más tarde tendrá que sacarlo de ahí para llevarlo directamente a un hospital psiquiátrico. Estos sujetos necesitan seguridad para poder funcionar.
A los Géminis Cabras les encantan los chismes. Manifiestan curiosidad con respecto a todas las personas que conocen. «¿Está enamorado? ¿De verdad es modelista? ¿En serio que sufrió un accidente de auto en el que se murió su perro… ¿o era el de la mujer?» Los Géminis Cabras desean conocer la historia de los demás, y también las de las personas que conocen los demás, historias de las que uno apenas ha oído hablar y le ha comentado. Sin embargo, es raro que suelten información sobre sí mismos, a menos que se les pregunte. No son exactamente ocultadores, sino reservados. Saben lo que ellos hacen con la información que obtienen sobre los demás, de modo que, por razones evidentes, tratan de no divulgar los datos que les conciernen a ellos.
Los dones lingüísticos de estos nativos son especialmente agradables; tienen una elocuencia extrema, delicada y concisa. Y poseen los mismos dones para los idiomas extranjeros. Son buenos imitadores y, como tienen muy buen oído, captan con facilidad los matices.
La palabra «dedicación» puede aplicarse a los Géminis Cabras. Se los verá constantemente rodeados de toda una tribu de parientes, parientes de parientes, amigos de parientes, amigos de amigos, etcétera. A estas Cabras no sólo les gusta la compañía, sino que les es indispensable.
Además, les gusta ver que la gente que los rodea esté contenta. El dolor los pone incómodos, como si la tristeza los ofendiera personalmente. Prefieren ignorarla.
La Cabra de Géminis es menos pesimista que las otras Cabras. Considera con acritud a los demás y las vidas que llevan, y suele despreciar a las personas que no aprueba o que juzga tontas o ridículas para su gusto. El comportamiento de los otros le importa poco, y su naturaleza no lo lleva a enjuiciarlos. Pero le gusta hurgar en los tachos de basura y suelta una carcajada cuando encuentra algo hediondo.

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