Géminis y el Amor

Angelina Jolie es del Signo Géminis.

Géminis está regido por Mercurio, astro de la mente y planeta hermafrodita, que contiene en sí los atributos masculinos y femeninos, pues toma según las circunstancias el color del momento.

Esta indefinición y predominio de lo mental no constituyen el terreno más favorable para los apasionamientos sexuales o arrebatos amorosos. Cuadra mejor con el flirteo, el coqueteo indiscriminado, las excitaciones variadas, continuas, numerosas, pasajeras y provisionales, las relaciones ligeras, superficiales, inconstantes, vivaces y múltiples.

Dada la inquietud y dualidad del signo, la máxima estabilidad que afectivamente puede esperarse de un Géminis es la contemporaneidad de, al menos, dos amores, dos relaciones; y en su defecto, puede sentirse ahogado y sin alegría de vivir.

Desde luego, si alguien busca en su cónyuge que sea, ante todo, un sólido compañero, amante de su hogar y de sus hijos, más le vale no fijarse en el o la Géminis. Sin embargo, éste o ésta será un amante alegre, animado y vivaz; así como una pareja ingeniosa, hábil y activa, que continuamente imagina proyectos divertidos y favorece una animada vida social.

Por descontado que Géminis conocerá a fulanito o le presentará a menganita, y siempre podrá participar en una animada conversación pues, aunque seguramente es incapaz de llegar hasta el final de un libro, se encuentra perfectamente informado de lo que hay que saber y comentar en la actualidad.

Eso sí, tal vez le sea muy útil socialmente, pero que no espere encontrar en el o la Géminis alguien ni demasiado apasionado ni excesivamente fiel.

Efectivamente, de carácter ligero e inestable, la palabra fidelidad no consta en el diccionario del Géminis. De todas formas, como sabe muy bien lo que le interesa, la fidelidad es para él permanecer en la situación que más le conviene. ¿Celos? Ése es un sentimiento demasiado intenso para alguien, digamos, tan flexible.

Y, por lo demás, ¿cómo estar celoso de apetencias tan efímeras y vanas?

Y, además, su pareja nunca logrará saber la verdad con exactitud, pues el Géminis adora el ingenio que supone la tergiversación de la realidad y desprecia lo burdo y llano de una existencia plana.

Y es que con los tejemanejes que se trae, la, digamos, «ficción» no sólo es necesaria sino recomendable. Ya se sabe, gajes de la diplomacia, y, además, es conveniente dejar siempre una puerta abierta…