Tauro ofrece seguridad y amor al hogar, y una serena certeza, como una roca segura en ese océano a veces tormentoso que es la vida de Piscis.
Esta pareja tiernamente comprensiva comparte una verdadera confianza y la afectuosa promesa de que ninguno hará daño al otro deliberadamente.
La relación sexual es una nube de movimientos lentos y sensuales, y puede ser un punto fuerte para una relación perdurable.
La imaginación de Piscis encuentra una feliz recompensa en el apetito de Tauro, y se deleita imaginando gestos amorosos cada vez más audaces.
El único punto oscuro es que a Tauro le puede resultar difícil manejar los variables estados anímicos de Piscis.
A Tauro le gusta tener un firme asidero en la vida, y los cambiantes ánimos de Piscis, y a veces también sus cambios de carácter, le dificultan la tarea.
Pero como ambos están dispuestos a sacrificar muchas cosas en aras de la generosidad del amor, esta pareja constituye una de las mejores combinaciones amorosas.