Sagitario Cabra

Los Sagitario Cabras poseen una creatividad gigante

La invención y el espíritu de empresa constituyen la segunda naturaleza de este sujeto dinámico que piensa siempre con claridad. Pero hay un problema. Las Cabras sólo funcionan bien si se sienten seguras. La falta de medios económicos o la amenaza de una ruina financiera, las separaciones familiares y las dificultades personales de todas clases confundirán a esta Cabra y le harán perder el apetito. El problema mayor para este sujeto valeroso será adquirir y conservar la seguridad económica para él, su familia y sus amigos.
La personalidad de la Cabra, con su gracia y su encanto innatos, brinda cierta cortesía al Sagitario, a veces más rústico. En esta alianza, el Sagitario conserva toda su solicitud y manifiesta una gran voluntad de ayudar a los otros. Pero este Sagitario caprino no ayuda imprudente o indiscretamente. Esta Cabra disimula en sus cuernos unas antenas sumamente sensibles que le avisan cuando alguien la necesita. Y entonces, veloz, salta en su coche y corre en ayuda de la blonda damisela en peligro. Las Cabras de Sagitario tienen solución a todos los problemas. Estos nativos podrán proponer soluciones extravagantes, que a uno no se le habrían ocurrido ni después de pensarlo toda una vida. O simplemente se llevarán el problema de los demás a su propia casa, para desmenuzarlo a gusto hasta las tres de la mañana. Horarios y empleo del tiempo, momentos para trabajar y momentos para descansar… nada de esto tiene sentido para el Sagitario Cabra. Logra ser relativamente formal, por gentileza, educación y consideración a los demás.
Pero en realidad la organización del tiempo no existe en el espíritu ni en la mente de este creador altruista. A este nativo le gustará echarse una siestita entre las cuatro y las seis de la mañana, para después levantarse y manejar sin escala de París a Moscú, luego de lo cual quizá duerma tres días seguidos. Si este sujeto tiene sueño, dormirá. Pero en los intervalos, lo que cuenta es el proyecto, la empresa, el trabajo comenzado. Cuando lo termine, descansará. Nunca antes.
Y, con estos innovadores perseverantes, armados de un intrépido entusiasmo por el detalle y las obras de gran complejidad y una creatividad ilimitada, siempre existe un proyecto en el aire. Ese Sagitario Cabra que acaba de construir una mansión de diez habitaciones con envases descartables, está a punto de embarcarse en un viaje de estudios al Tibet… ¡caminando! Por supuesto, no partirá antes de haber terminado la escenografía de la nueva comedia musical a beneficio de la iglesia, lo cual hará después de instalar con sus propias manos el sistema de calefacción de su casa. El Sagitario Cabra es un constructor infatigable.
Este nativo es también un buen juez de lo que sirve y lo que no sirve. Sin echar más que un solo vistazo, nos dirá si ese nuevo artefacto eléctrico nos servirán de algo. Tiene buena memoria para el detalle, y sin embargo a veces lo pasa por alto. Dar el último toque a un trabajo no es el fuerte del Sagitario Cabra. Le causará gran placer escribir el guión, imaginar el ambiente e inventar el desenlace de nuestra próxima novela, pero en lo que hace a corregir las faltas de ortografía, prefiere que se ocupe otro. Lo suyo es la imaginación.
A veces, como estos sujetos se centran tan específicamente en la concepción, inventan proyectos irrealizables. No guardan en sus armarios una idea… sino treinta. Algunas de las cuales no llegan a plasmarse. Pero los Sagitario Cabras no lloran jamás por sus esfuerzos inútiles. Prefieren concebir alguna otra máquina revolucionaria y al instante se ponen a juntar las piezas y construir el prototipo.

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