Tauro Cabra

El Tauro Cabra es un taciturno, un loco industrioso y un soñador brillante.

El genio visita a menudo a los nativos de Tauro Cabra.

Bien empleada, esta chispa creadora interior puede llevarlos lejos en una evolución tanto personal como social. Pero si no crece en estas condiciones óptimas, este sujeto pasará la mitad de su vida perdiendo el tiempo, no realizando más que a medias sus proyectos y sus sueños.

En esencia, este nativo se pasa la vida luchando contra sus influencias conflictivas y sin embargo armoniosas.

El carácter de Tauro es lento pero seguro. Ama el orden y se regocija en una cierta monotonía que a otros podría parecer aburrida.

Pero la naturaleza de la Cabra es evanescente, cambiante y convulsiva. Las Cabras proceden a los saltos, por impulsos.

Imagine a una ágil cabra de montaña que, en un valiente esfuerzo, trepa una cuesta empinada. Con pie firme, la Cabra, con un último salto impresionante, llega a la cima que parecía inaccesible. Aquí entra en escena el Toro.

¿Y qué es lo que le hace hacer a la vivaz Cabra? La hace sentarse, observar alrededor, examinar las flores salvajes que hay más allá, admirarse en un lago próximo y hasta acampar en esa cima hasta que un nuevo impulso la empuje irresistiblemente hacia un nuevo pico.

El Tauro y la Cabra pueden ser complementarios. La lentitud y la firmeza de Tauro convienen a la Cabra.

El rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos es Tauro Cabra.

La lógica y la invención se complementan mutuamente, al igual que la paciencia y la perseverancia. Algunos rasgos de este nativo hacen de él un individuo calmo y compuesto. Y a los Tauro Cabras no les falta ni tranquilidad ni sangre fría.

Sin embargo, detrás de la escena la determinación se opone a la previsión, la languidez y la intransigencia. Estos rasgos contrarios se hallan siempre en conflicto.

Con frecuencia, y por razones concretas y terrenas, estas contradicciones interiores se adueñan del espíritu del Tauro Cabra, tornándolo pesimista y angustiado.

Y en su personalidad se desarrollan defectos de proporciones casi mefistofélicas. Cuando esto ocurre, suelen caer en pozos de temibles dudas, inseguridad, frustración e inclusive violencia.

A los Tauro Cabra la belleza los atrae de manera visceral. En una sola de sus pezuñas tienen mucho más gusto y discernimiento que cualquiera de nosotros en toda nuestra persona.

Por lo general los Tauro Cabras construyen, crean, inventan, interpretan y decoran. Y, cuando no se dedican activamente a estas ocupaciones, se retiran de la sociedad, buscando refugio en un ambiente pastoral y rumiando el próximo golpe de efecto que dará su genio.

Los problemas surgen solamente cuando se impide a los Tauro Cabras que realicen sus brillantes proyectos. Las consideraciones pecuniarias fastidian a estos nativos.

Por lo general son prácticamente incapaces de transformar sus creaciones en dinero contante y sonante.

Carecen de vigor y se encolerizan con facilidad. Si una persona cualquiera, no importa quién sea, se atreve siquiera a proyectarla sombra más leve en su camino, los Tauro Cabras bajan los brazos. Después, entran en ebullición.

No renuncian. Sus sueños siguen intactos. Pero el maldito que ha interferido en la obra del Tauro Cabra no quedará impune.

En estos nativos, la violencia no está completamente fuera de consideración.

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