Si Tauro y Capricornio aprenden a expresar sus deseos fuera y dentro del dormitorio nada perturbará su relación, sólida como una roca.
Es esta una reunión intensa y firme de mentes y cuerpos afines que puede mover cielo y tierra.
El toro y la cabra coinciden en todo, del dinero al menú, y comparten idénticas metas en el amor y en la vida: un hogar feliz y libre de preocupaciones económicas.
Cada uno comprende la ambición y la tendencia a la obstinación del otro y juntos aprenden a tomarse la vida menos en serio.
Amantes leales y fieles, la pareja Tauro-Capricornio gana en ternura y confianza con el paso del tiempo, porque una combinación que empieza tan bien como la suya debe terminar maravillosamente.