Cáncer Rata y el Amor
Este es un sujeto fascinante para amar. En las situaciones románticas, el Cáncer Rata marcha siempre mucho más adelante que su pareja, calculando y sintiendo, intuyendo y percibiendo lo que va a pasar a continuación.
En el amor, su meta es no aburrirse jamás y mantener su pasión en un nivel difícil de lograr inclusive a los diecisiete años. Es por esto que se hace deliberadamente elusivo, inasible, jugando a los fugitivos y los aventureros.
El Cáncer Rata no es necesariamente infiel. Es probable que, muchas de las veces que desaparece unos días, lo haga solo y no en compañía de «otro/a». Pero por lo general tiene varios amantes sucesivos y más de una pareja en su vida.
Si usted ama a un Cáncer Rata y desea conservarlo algún tiempo, sugerimos que aprenda a leerle las expresiones del rostro, para saber descubrir allí toda señal de fuga, sociabilidad, cólera, ensoñación y o concupiscencia.
Cuando usted sepa adivinar estas señales, habrá ganado la mitad de la batalla. No intente encerrarlo. Pero ofrézcale un hogar estable y seguro (sin olvidar su torre de marfil) para su evolución personal, hágale regalos caros y, sobre todo… prepare sus orejas. Las necesitará.
Compatibilidades de los Cáncer Rata
Como es una personalidad muy centrada en el amor, encontrará los compañeros que más le convienen entre los Tauro, Virgo, Escorpio y Piscis. Prefiera los Bueyes y los Monos, que comprenden su juego sutil para establecer relaciones de fuerza. Los nativos de Caballo lo herirán, sobre todo los Aries Caballo, Libra Caballo y Capricornio Caballo. No se deje tentar por los Libra Gato y Capricornio Gato: ellos no sabrán manejarlo, y usted tampoco a ellos.
Cáncer Rata: el hogar y la familia
La casa del Cáncer Rata será lujosa y original. La abundancia que reina normalmente en la cocina de la Rata será redoblada por la presencia de Cáncer, que tiende a amasar y atesorar.
Como padre, este nativo es severo y posesivo.
Al principio, ama a todos sus hijos por igual y sin distinciones. Después, a medida que los niños adquieren su individualidad y expresan su personalidad, el Cáncer Rata se tornará culpable de favoritismo.
Inconscientemente, podrá elegir favorecer al hijo que más lo necesita, al pequeño que depende tanto de papá y mamá. A este nativo no le gusta demasiado que sus hijos se independicen de él. Si alguno de sus hijos tiene un desacuerdo serio con un padre de este signo, será mejor que se vaya de la casa, para escapar a su tiranía. El Cáncer Rata está convencido de que debe proteger a sus vástagos y a veces, para hacerlo, se mete indiscriminadamente en sus vidas.
El niño de Cáncer Rata sorprenderá por sus gustos solitarios, a los que sucederá una perfecta sociabilidad. Hay que alentar este aspecto solitario de su naturaleza, pues este niño, con frecuencia difícil e irritable, se desarrollará mejor a su propio ritmo y en su propio rincón. No lo obligue a compartir su cuarto o sus juguetes con sus hermanos. El niño de este Signo es un ser independiente.
Cáncer Rata y la profesión
Es difícil imaginar a un Cáncer Rata que no sea escritor. Tengo cuatro amigos de este signo y todos escriben. Los dones profesionales de estos nativos parecen inclinarse notablemente hacia la escritura.
No creo que esta criatura acuática pueda sentirse satisfecha como ejecutivo o trabajador laborioso. Tiene demasiado corazón, demasiadas emociones que expresar, y por eso lo veo mejor en una carrera artística o para artística.
La política y las funciones de gobierno quedan descartadas: el Cáncer Rata detesta ser testigo de la corrupción en todas sus formas. Si trabaja en una oficina, se deshará en recriminaciones contra las iniquidades de la vida burocrática.
Y no durará mucho tiempo si siente que va a ser cómplice de esas injusticias.
El Cáncer Rata es un trabajador aplicado, pero no le gusta que lo controlen ni lo manden. Le convienen los empleos que requieren soledad e independencia. Podrá triunfar en el comercio… si es el dueño del negocio.
Pero deberá evitar las carreras que exijan perseverancia e hipocresía. Es incapaz de sonreír o dar una simpática palmadita en el hombro cuando no tiene ganas.
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